La paloma gris observa desde su perspectiva, mirando cautelosa desde el nivel de tus pies, tratando de comprenderte, de leer tus movimientos. Tú la quedas mirando y por un segundo, pareciera que te entiende. Inmensamente inocente piensas en acercarte, te juras Blancanieves y que subirá en tu hombro y te cantará una canción. Pero la realidad es otra, la paloma gris, con alas tornasoladas, sorpresivamente coloridas que contradicen su color de panza de burro, alza el vuelo desconfiada cuando tratas de acercarte con el dedo extendido.
Entonces desde una nueva perspectiva te ve como eres, pequeño pero no insignificante. Es por eso que está tan cerca, por que te mira de lejitos, porque trata de entenderte, de descifrar por que dominas estas tierras, por que la alimentas a veces y trata de entender tantas cosas que ve a diario, mientras se caga en tu carro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario